Lo habitual para casi todos es organizar nuestras vacaciones una vez al año o hacer escapadas de fin de semana para cambiar de aire y despejar la mente.
Sin embargo Adrián y Silvana pensaron viajar de otra forma y tener una experiencia que enriquezca sus vidas. Asi renunciaron a todo lo que los ataba temporalmente a un lugar y emprendieron una aventura de dos años recorriendo Sudamérica. Partieron con poco dinero y haciéndose camino al andar. El viaje lo realizaron en su motorhome, un viejo vehículo Mercedes Benz de 1972 que fue acondicionado por ellos y posteriormente llamado «Aurora».
Adrian es de Campana, se recibió de radiólogo y también es chef profesional. Silvana es de Ciudadela, docente, y estaba recorriendo la Patagonia como mochilera cuando conoció a Adrían. Dos acompañantes más se sumaron a la travesía: Tutu y Kiki, sus dos perros.
Acompañados por sus mascotas, partieron hacia el sur de Brasil, en pleno invierno, con mucho frío.
El plan fue salir con pocos recursos y buscar trabajo en distintos lugares que les permita recaudar dinero para seguir el viaje. En San Pablo, Silvana consiguió trabajo y Adrián trabajó en un restaurant como chef. Silvana además aprendió a realizar artesanías, lo que se convirtió en otra entrada de dinero.
De esta forma recorren Brasil durante un año y dos meses, siempre poniendose en contacto con otros viajeros que les dan información sobre rutas, lugares donde visitar y poder parar a dormir. En Manaos navegan por el río Amazonas con el vehículo a bordo de una balsa remolcada, en un total de 6 días de navegación.
En Venezuela
Al cruzar la frontera los recibe un gran paisaje de ríos, cascadas, quebradas, grandes mesetas y valles extensos. A medida que se acercan a grandes ciudades ven un clima de miedo e inseguridad, por la conflictiva situación económica del país, por ello ya no descanron en cualquier lugar. En la Isla Margarita la situación era algo distinta por tratarse de un lugar turístico entonces deciden establecerse en una playa recomendada.
De Colombia a Ecuador
De allí siguieron viaje a Colombia. Unieron Cartagena con Medellin, Cali y desde ahí hasta la zona fronteriza con Ecuador. Cruzando la cordillera sufrieron el mayor percance del viaje: Se rompió la bomba de agua del vehículo. El repuesto fue comprado en Argentina, ya que por problemas de importación no lo consiguieron allí. Gracias al espíritu solidario de la comunidad de viajeros, consiguieron que una persona que emprendía un viaje les acerque desde Argentina el repuesto hasta Lima, Perú. Una vez con el vehículo reparado, recorrieron la costa de país. Adrían trabajó como cocinero y también siguieron vendiendo artesanias.
Perú y Bolivia
Recorrieron varios lugares de valor arqueológico y cultural como las Líneas de Nazca y otros puntos interesantes del norte. Lima fue una de las pocas capitales en las que hacieron estadía durante el viaje, ya que en las demás solo estuvieron de paso.
Cruzan a Bolivia y visitan varios lugares de gran belleza como el lago Titicaca. Recorren La Paz, Oruro, San Martín de las Sierras, para luego entrar en la selva boliviana. Un lugar algo peligroso para por unas intensas lluvias y los caminos de cornisa. Cuando llegaron a Santa Cruz de la Sierra mejora la situación de los caminos. De ahí parten de regreso hacia Argentina.
Ambos coinciden en que necesitan volver a un ritmo de vida normal, salir un poco de lo que es vivir viajando para pensar un poco en las amistades y la familia. El cierre sería volver a la posibilidad de otra aventura, pero no saben cuando ni donde, hay muchas ideas rondando por sus cabezas, pero tiene que ser algo bien pensado y planificado.