Tatiana Sidlik y «La gorda»( como denomina a su casilla rodante ) se habían desencontrado producto de que un dia, Tati sale de su casa y de repente su amiga de ruta no estaba mas. La misma habia sido robada y ella estaba muy triste porque aunque sus amigos le decían que no valia la pena seguir conservando el vehiculo ella amaba ‘La Gorda’ la cual había sido su casa durante un año por Sudamérica.
Insistente, la ingeniera de 30 años, denunció en las redes sociales el robo de su querida camioneta Volkswagen en Villa Sarmiento (Morón), y «la Gorda» apareció: una vecina le dijo que estaba estacionada enfrente de su casa.
A «La gorda» Le habían sacado el estéreo, los papeles y le rompieron el tambor de encendido para arrancarla.
De esta manera tati celebra su encuentro y ahora podrá seguir recorriendo las rutas de este maravilloso mundo.
Muchas de sus vivencias están reflejadas en su blog http://www.caminandoporelglobo.com/
