El diseño del año 1985 tiene el nombre de «De Markies» (que significa El Toldo), es obra del diseñador holandés Eduard Bohtlingk y se encuadra dentro de las llamadas tiny houses («minicasas») de apenas 25 metros cuadrados.
Su nombre no es azaroso, ya que a partir de la mutabilidad de sus toldos de vinilo, la minicasa puede transformarse totalmente y ampliar sus dimensiones gracias a una forma similar a la de un acordeón.
La parte transparente es ideal para orientar hacia un paisaje y la parte opaca se convierte en dormitorio y no permite el paso de la luz.
Es un diseño muy ingenioso que tiene una cocina, cuarto de baño, sala de estar y dormitorio para cuatro personas, todo con mobiliario plegable.
Es aconsejable para los que siempre tuvieron temor de realizar un viaje de aventura por las molestias que pudieran surgir con una pequeña vivienda móvil.
En Estados Unidos y Europa es furor la «tinymanía», la movida de construir casas muy pequeñas con costos reducidos, ahorro de energía y la poder de transportarla.